Situada en el precioso municipio de Sant Feliu de Guíxols, esta vía ferrata consta de dos tramos y varios puentes de cable que ayudan a pasar de una pared vertical a otra. Unas paredes de roca de granito anaranjado y salpicado de cuarzo, que en contraste con los tonos azules del mar hacen de la vía de la Cala del Molí una de las más bonitas de Catalunya.
Por si todavía no lo sabes, una vía ferrata es una buena manera de tener un primer contacto con las alturas, si no lo has tenido antes. Consta de una pared equipada con unas escaleras pegadas a la roca y otras estructuras que te ayudan a disfrutar de la naturaleza y sus paisajes mientras practicas deporte.