Descubre qué ver en los
alrededores de S'Agaró
Si durante tus vacaciones en S’Agaró-Sant Feliu de Guíxols decides visitar poblaciones con encanto, te proponemos acercarte a Girona, Figueres y Besalú. En ellas encontrarás buen ambiente y muchos sitios de interés histórico, así como una gran variedad de bares, restaurantes y comercios.

Girona, la ciudad judía
Entre S’Agaró y Girona hay unos 35 minutos en coche. El principal atractivo de la ciudad de Girona es el famoso casco antiguo, donde se recomiendo perderse sin rumbo hacia ningún lugar, con el único objetivo de descubrir rincones con mucho encanto. A parte de los callejones del Barrio Judío, otros lugares de interés de Girona son la Catedral, que cuenta con la nave gótica más ancha del mundo, los Baños Árabes, las casas del Onyar, características del barrio viejo y colgadas sobre el río Onyar a su paso por la ciudad.

Figueres, capital del Empordà
La ciudad de Figueres se encuentra aproximadamente a 1 hora de S’Agaró. Figueres está en el centro de la zona del Empordà y está en la frontera entre los Pirineos y la Costa Brava. Su privilegiada situación hace que sea punto de parada obligada de viajeros y turistas que entran y salen del Estado español. Esta ciudad es mundialmente conocida por albergar el famosísimo Teatro-Museo Dalí, dedicado exclusivamente al pintor surrealista Salvador Dalí, que nació en esta localidad.

Besalú, villa medieval de interior
El pueblo de Besalú se encuentra aproximadamente a 1 hora de S’Agaró. Besalú es una pequeña localidad de la Garrotxa con mucho encanto. Su situación geográfica favoreció que se instalasen asentamientos humanos ya en tiempo remotos y que haya sido un lugar de encuentro de diversas culturas, que han enriquecido el patrimonio monumental de la Villa. Actualmente, vemos como el centro histórico del municipio está perfectamente conservado con una arquitectura fascinante típico de la época medieval y cultura judía. Es un gusto pasear por sus calles y plazas medievales y descubrir los diferentes elementos patrimoniales que la hacen tan singular, como el mikvé, o baño ritual judío, uno de los únicos tan bien conservados de la península ibérica.