Historia de GHT Balmes Hotel, Aparthotel & Splash***
Un hotel de tercera generación de trato familiar en Calella de la Costa
El GHT Balmes Hotel, Aparthotel & Splash*** de Calella (Barcelona) fue construido a principios del siglo XX. Durante años ha acogido a huéspedes de todo el mundo que han disfrutado de su trato familiar. El edificio donde se encuentra el hotel ha sido objeto de varias renovaciones a lo largo de los años, pero aún mantiene su encanto y carácter tradicional. Actualmente es un destino popular tanto para turistas como para viajeros de negocios.
A continuación te explicamos nuestra historia, ¿nos acompañas para conocerla?
Nuestra historia
Orígenes del Hotel Balmes GHT: de una fábrica de medias a una residencia familiar
La historia del GHT Balmes empieza en 1956 con nuestros abuelos, que en ese momento tenían una fábrica de calcetines y medias marca JAVI, en una Calella básicamente industrial, cuando compraron un terreno junto a la fábrica, para construir una pequeña residencia de 2 plantas, llamada “Pensión Mercedes Visa”. En aquella época, a los abuelos les gustaba mucho viajar, y pensaron que podía funcionar.
¡Y así fue!

El primer Hotel Balmes
La primera residencia fue creciendo paulatinamente hasta, con los años y con mucho esfuerzo, convertirse en el Hotel Balmes de 2**, que gestionaban eficientemente nuestros padres. Más adelante, después de varias etapas buenas y otras de crisis, en 1994, decidieron convertir algunas habitaciones en apartamentos, ya que los británicos buscaban este tipo de alojamiento para pasar sus vacaciones en la costa. Y fue en 1998 cuando, tras una importante reforma, remodelaron y convirtieron el establecimiento en un hotel 3*** de carácter familiar. Hasta llegar a lo que es hoy, un hotel de 3*** con 168 habitaciones dobles, familiares y apartamentos.

Una historia llena de dedicación y esfuerzo
Fue gestionado desde inicios y durante años por nuestros padres, haciendo todas las tareas y todas las horas del día, con la ayuda de sus respectivas mujeres, nuestras madres, sin olvidar que nuestra abuela iba a diario y hasta que el cuerpo la acompañó, para realizar trabajos de limpieza con las camareras de pisos, a las que enseñaba cómo limpiar bien las habitaciones, las duchas y bañeras, los lavabos, los wc, o cómo cuidar la ropa de las camas y toallas. Es una imagen que, por mucho que pase el tiempo, no se nos borra.

De generación en generación
Con el paso del tiempo, nos fuimos incorporando los primos. Aunque, de hecho, ya lo habíamos vivido siempre desde pequeños, primero haciendo de turistas durante las vacaciones escolares, en la piscina, en el comedor y con los bailes de las noches calurosas de verano, para después empezar a ayudar de jóvenes con pequeñas tareas, a trabajar en firme cuando ya habíamos terminado los estudios, pasando por diferentes secciones, hasta llegar al presente, dirigiéndolo ahora nosotros como tercera generación, con la incorporación de la cuarta también.

Pioneros en Calella
Somos el hotel con uno de los jardines más grandes de Calella y el primero que construyó una piscina (cuando se hizo, a nuestro abuelo le decían que estaba loco; que no era necesario, pues ya estaba el mar para bañarse) y también el primero de Calella en construir una piscina con juegos de agua llamada Splash.

Los primeros en incorporar baños privados
Nuestro hotel también fue pionero construyendo los baños en las habitaciones, puesto que, de inicio, los baños eran generales en cada planta y las habitaciones tenían solo un pequeño lavamanos.

Primeros, también, en ofrecer animación y espectáculos
Y de los primeros en ofrecer animación con grupos de música en vivo, como “Las Polits” o “Paco Martin”, o también en ofrecer espectáculos de danza española y flamenca y también danzas tradicionales catalanas, por un grupo de jovencísimas bailarinas de una escuela de ballet de Arenys que bailábamos a cambio de recaudar dinero para realizar unos viajes de intercambio de danza con la Ópera de Varsovia. ¡Qué tiempos aquellos!
O de los primeros en ofrecer programa de animación, y tantas otras cosas.

67 años de tradición familiar y trabajo en equipo
Muchos años han pasado desde esos inicios, muchos esfuerzos de los abuelos, padres y siguientes generaciones. Primero construyendo y, después, mejorando y manteniendo ese negocio familiar que ha sido y es nuestra vida. Sin olvidar a todas aquellas personas que durante 67 años han estado trabajando, algunas durante 35 y 40 años, para hacer que ese barco funcionara y que el cliente disfrutase unas muy buenas vacaciones. Siempre acompañados de tantas y tantas personas que han trabajado allí incansablemente, entregados, como si fuera suyo. Sin ellas, ¡el barco nunca habría funcionado!
Os invitamos a saber un poco más, si queréis, viendo estas fotos.

Imágenes históricas








